Michael Bisping, el conde inglés

<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /> 
Bisping, que viene de vencer por decisión unánime a Dan Miller en el UFC 114, deberá buscar una victoria para ganar dos combates seguidos, algo que no hace desde su seguidilla de triunfos ante Jason Day y Chris Leben. Ahora su rival es el japonés Akiyama, quién será una dura prueba.
 
“Creo que es un peleador muy pero muy duro, estoy seguro que va a ser muy difícil en el piso pero también sé que va a ser un gran combate. Creo que él vendrá muy bien entrenado y que me atacará rápido para conseguir el nocaut. Obviamente, tiene un gran judo y tendré que defenderme bien de sus derribos”, comenta Bisping.
 
Akiyama cambió su lugar de entrenamiento y ahora está bajo la tutela de Greg Jackson desde hace unos meses, para el inglés esto no cambia y prefiere mantenerse enfocado en su propia estrategia.
 
“No creo que algunas semanas entrenando con Greg hagan de esto algo diferente. Todos sabemos que, por más que se entrene con uno de los mejores durante dos semanas, lo que hizo desde que entrena artes marciales mixtas no cambiará de un día para el otro”, dice el peleador nacido en Manchester.
 
Y continúa su relato explicando su preparación para el evento estelar del próximo sábado, donde una victoria puede dejarlo muy cerca de una pelea por el título.
 
“Estoy muy enfocado en mi entrenamiento. He visto videos de Akiyama, su estilo, como plantea los combates, la forma en que sale a pelear y soy muy positivo, puedo vencerlo”, relata ilusionado.
 
Bisping, en su última presentación en Inglaterra hace menos de un año, venció por nocaut técnico a Denis Kang y brinda sus sensaciones a la hora de pelear frente a su público.
 
“Cuando tengo la oportunidad de pelear cerca de mi casa, el público es fantástico, me apoyan siempre y eso me hace sentir especial. Siempre me siento presionado por dar más de lo que puedo y darle a los fanáticos lo que quieren ver”, revela Bisping.
 
Y también recuerda aquella noche en la que venció a Kang: “Ese día dije que iba a ser muy agresivo, salí, me golpeó y caí. De allí no hice más que quedarme sobre mi espalda evitando perder el combate. Cuando llegué a mi esquina, le pedí perdón a la gente y salí a dar lo que había prometido y, por suerte, lo logré”, concluye.
 
Si bien la presión puede ser importante y muchos se ponen nerviosos, Michael Bisping nunca demostró problemas para pelear de local. Está invicto en Inglaterra y querrá defenderlo ante Yoshihiro Akiyama el próximo sábado en una pelea que promete ser muy emocionante de principio a fin.
 
Quedará esperar y ver quién será el que salga con su brazo en alto, pero Bisping ansía ganar la pelea. El conde inglés está invicto en su tierra y no planea perderlo en mucho tiempo.